En 1995 se creó una comisión vecinal de sin tierras para representar a 200 familias; esto duró 5 años. Sin respuestas, se inició la ocupación de una propiedad privada. En ese tiempo fueron desalojados 5 veces y perseguidos los ocupantes. En 2000, después de una larga movilización se logró firmar un acuerdo para adjudicarse la tierra.

La titularidad les ha permitido la defensa de su territorio, pero no ha sido suficiente para garantizar la integridad del predio. El territorio se reduce para conformar dos comunidades campesinas, pero se logra mantener un solo predio como empresa AGAVAT, efectiva como estrategia de defensa del derecho de los campesinos sobre la tierra para desarrollar la ganadería trashumante.

El acceso de tierra y territorio para Lomerío remite a un histórico proceso de restitución territorial bajo la forma de propiedad colectiva o Tierra Comunitaria de Origen (TCO), que combina la lucha legal por políticas del Estado con una ardua resistencia y presión política- corporal que se expresa en las largas marchas desde los territorios indígenas hasta el centro del poder político estatal.