El documento es un análisis especializado del nuevo texto Constitucional en lo que a Desarrollo Rural Sustentable se refiere y forma parte de MIRADAS, libro publicado por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia (VPEP), el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEAInternacional) y la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA),

Los participantes en la Reunión de Consulta y Coordinación sobre el Precio de los Alimentos y la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe, desarrollada en el SELA (Caracas, 17 y 18 de septiembre de 2009), tomaron nota con interés del documento elaborado por la Secretaría Permanente, titulado “Crisis Alimentaria en América Latina y el Caribe. Propuesta de Acciones a nivel regional” (SP/RCC-PAYSAALC/DT N° 2-09) el cual sirvió de base a las discusiones que tuvieron city entre los delegados de los Estados Miembros.

En el mundo hay 1.700 millones de agricultores y agricultoras en situación de enorme vulnerabilidad frente a los impactos del cambio climático. Muchos ya padecen hambre, lo que los hace aún más vulnerables. Pero existen experiencias exitosas de cómo fortalecer la capacidad de recuperación a nivel local. Reproducir y ampliar los éxitos es la fuente de esperanza para estos agricultores, y además puede contribuir a afrontar el problema del cambio climático.

La agricultura familiar –unidad productiva basada en profundos vínculos que unen a una tierra y a un núcleo familiar concretos-, representa un sector de gran valor simbólico y estratégico por sus funciones económicas, sociales, culturales, medioambientales, territoriales y de seguridad alimentaria. La agricultura familiar es mucho más que un modelo de economía agraria: es la base de la producción sostenible de alimentos, de la gestión medioambiental del territorio y de su biodiversidad.

Los gobiernos tienen la responsabilidad jurídica de velar por el derecho a la alimentación de todos los seres humanos. Sin embargo, hay mil millones de personas que pasan hambre en el mundo y más millones cuya seguridad alimentaria se encuentra en peligro. La Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria de 2009 ofrece una oportunidad única para desarrollar un sistema de gobernanza de la seguridad alimentaria mundial que salve la brecha entre las distintas visiones y los intereses enfrentados acerca de los mecanismos internacionales políticos, financieros y técnicos.

Este informe de políticas se propone informar a los negociadores en dónde se sitúa la agricultura en el marco de las negociaciones actuales y proporciona algunas propuestas sobre cómo ésta podría abordarse en un acuerdo mundial sobre el cambio climático. El informe se basa en la presentación más técnica y exhaustiva acover_page por la FAO al Grupo de Trabajo Especial sobre la Cooperación a Largo Plazo (AWG-LCA), antes de su Cuarta Sesión (FAO, Enabling agriculture to contribute to climate change mitigation, 6 de febrero de 2009).

En el marco de la Quinta Reunión Ministerial “Agricultura y Vida Rural en las Américas” y en el contexto del Proceso Cumbres de las Américas llevado a cabo en Montego Bay, Jamaica, del 26 al 29 de octubre de 2009 se firmó el PLAN AGRO 2003-2015, Acuerdo Ministerial Hemisférico Jamaica 2009 para la Agricultura y Vida Rural en las Américas.

El alza de los precios trajo consigo desarreglos en la forma en que se venía desarrollando la agricultura y el comercio internacional de sus productos. Estos efectos han sido positivos para algunos productores; negativos para otros. El poder cuantificar el efecto que el alza de los precios internacionales ha tenido sobre el ingreso de las familias rurales a nivel de territorios permitiría desarrollar políticas o programas específicos dirigidos a las poblaciones más vulnerables.

“En el corto plazo, la agricultura es capaz de amortiguar la crisis económica y, en el largo, de ser un factor estratégico para impulsar el desarrollo y enfrentar el desafío de la seguridad alimentaria. Para lograrlo, la agricultura debe ser revalorada, lo cual debe traducirse en mayores y mejores inversiones en el sector rural”. Chelston W.D.

Luego de siete años de haber sido liberadas comercialmente las semillas de algodón transgénico, queda en evidencia el fracaso que han tenido. No cumplieron con las promesas de ser más productivas, ni de reducir el uso de pesticidas y herbicidas, ni de disminuir los costos de producción, ni de generar mayor rentabilidad para los agricultores.

Memoria de las actividades del IPDRS en el 2009

El documento sugiere una serie de propuestas de acción a desarrollar para enfrentar la crisis alimentaria y dar cumplimiento a las diversas recomendaciones anteriores de los Estados Miembros del SELA.