Explican que rovoca pérdida de soberanía alimentaria, destruyen la biodiversidad, contaminan y agotan las fuentes de agua.
De manera lenta, pero persistente, empresas aceiteras internacionales se han apoderado de más de 36 mil hectáreas de tierra en Chiapas, sembradas ahora con palma de aceite. En la ciudad de Palenque, mujeres de esa localidad, y de Catazajá, Chilón, La Libertad y Salto de Agua, se reunieron para analizar el impacto que les ha dejado este cultivo que monopoliza tierras antes dedicadas a la siembra de alimentos.